Opiniones de los Lectores Fuego


Supe de tu novela “El Fuego del Flamboyán” empezaste a escribirla y de su desarrollo me iban informando amigos comunes.
Parto de una premisa: Siempre me ha parecido bastante incompatible el periodismo y la narrativa por lo que de fugaz, inmediato y fluido tiene lo noticiable frente al sosiego y la paciencia que precisa el novelista para crear, construir su obra, repasarla, recomponerla, corregirla y entregarla al editor terminada a su gusto. Sin embargo, aun enfrentándome a ese Fuego del Flamboyán de tu alma con mis prejuicios, confieso haber sido totalmente derrotado, vencido, ¡felizmente vencido!

En la presentación se te preguntó por las descripciones, ¡Qué difícil es describir una situación, un momento, una habitación, un paisaje…! La descripción tiene que someter al lector de tal modo que la viva, que se crea que está al alcance de su vista, que puede tocar, oler, oír, vivir en la novela y convivir con los personajes. ¡Tus descripciones impresionan porque siendo realistas en extremo dejan, sin embargo, que el lector participe y hasta tenga cierta iniciativa creativa! Seguir leyendo…

Manolo Alba


Un diez para ti, colega Viruca. Has conseguido superar la prueba de fuego de la novela después de pasearte por las cumbres del periodismo verité. Enhorabuena. Lo sabes todo sobre la tormenta de dioses y diosas que se adoran en Marbella, te pasaste al otro lado del periodismo político más comprometido, y ahora nos das una lección de realismo desde una apartada aldea gallega.
“El Fuego del Flamboyán” es un libro de lectura, no diré imprescindible, pero si recomendable para conocer mejor lo que ha sido este país y su emigración; es un libro didáctico, histórico. Mi más sincera felicitación, querida Viruca, por el acierto de tu novela. Durante un tiempo fuiste una figura del mejor periodismo, e intuyo por tu sensibilidad y calidad humanas que estás en lo más alto de la vida personal. Seguir leyendo…

Fernando Canellada, Subdirector de La Provincia, Diario de Las Palmas

Presentación de “El Fuego del Flamboyán” en el Círculo Literario de Las Palmas.

 Gracias a Viruca que, sin conocerme, no ha puesto inconveniente a que sea mi humilde persona la que presente, aquí en Badajoz, su primera novela. Gracias a Francisco en lo que ha tenido de muñidor de este encuentro. Gracias a esta casa, gracias a Cristina y gracias a todos ustedes que tienen la gentileza de aguantarme el rollo no siendo yo a quien vienen ustedes a ver y a oír. En todo caso, dos palabras para esbozar la obra tal y como yo la he leído.

Elisa y Viruca, creo tras leer la novela, tienen en común el modo en el que miran. Hacia dentro y hacia fuera de sí mismas. Elisa y Viruca se me antojan, en alguna medida, vidas paralelas. Viruca es de Sarria y Elisa de Oribio, un trasunto mismo de Sarria que, en la realidad, no pasa de ser un río de por aquella comarca gallega. Las dos vienen de la imprenta; Viruca le dedica el libro a su padre, “impresor en tiempos difíciles” y Elisa acompaña a su abuelo a la imprenta donde la gente de cultura hace tertulia. Elisa allí comenzó a fabricar su novela, quizá también Viruca soñase en la imprenta de su padre con escribir una novela. Periodista es, ha escrito muchos años en ABC y ha tenido oportunidad de conocer la vida política y social de España de primera mano. Sin duda, con los mismos ojos con que lo hubiera hecho Elisa. Cierta delicadeza, cierto equilibrio y cierto descreimiento. Elisa y Viruca salen de Galicia, añoran Galicia, las dos viajan al sol, una a Cuba y otra a Marbella, ambas con escala en Madrid y ambas gozosas de cuanto han cuanto la vida y los salones les ha dado en conocer. Seguir leyendo…

Fernando Valbuena Arbaiza


Buenos días!

Aquí en Málaga, terminando el año frente al Mediterráneo en casa de uno amigos de la infancia de Eduardo, he dado por terminada la lectura de tu libro, me lo leído en cuatro días…estoy fascinada de lo que me has hecho sentir. Felicitarte por la cantidad de personajes que hay en el libro, todos ellos bien estructurados y de acuerdo con estereotipos vigentes hoy en día también. Describes perfectamente las emociones y sentimientos de los personajes, algo que mientras lo lees te transporta sin duda a tan bellos lugares que conozco y puedo imaginar cómo fueron.

Es una gran obra que recomendaré sin duda alguna, siento que es una novela para llevar al cine con un buen guión o bien a una serie de televisión, tiene todos los ingredientes para que los no lectores puedan disfrutar de los lugares y de la vida plena de los personajes.

Vivir bajo el fuego del Flamboyán es vivir intensamente la vida!! La vida siempre se abre camino desde el corazón.

Lidia Monzón. Mentora, Comunicadora y Escritora.



Llena de fuego está efectivamente tu preciosa novela, querida Viruca, que terminé de leer anoche.

Te admiro sin límites. Con lo difícil que es contar una historia tú no te cortas y cuentas 4 o 5 simultáneamente… impresionante cómo logras ir pasando de una a otra y enlazándolas, con esos párrafos cortos que son tu sello de estilo.

¿Quién no se siente además en nuestro país vinculado a Cuba? Una de mis abuelas nació en Santiago, su padre era ingeniero y aunque es de la tanda anterior, cuando era aún colonia española -aunque ya en los años anteriores del desastre-, mucho de lo que describes debieron verlo mis bisabuelos de origen asturiano -se llamaba Noreña ni más ni menos-. Seguro que se sorprendieron ante esos flamboyanes, y que vivieron ese contraste entre esta España dura y austera y la Cuba cálida alegre y colorista. Y quién sabe qué pasiones vivirían, qué historias tendrían para contarnos (o más bien ocultarnos).

Enhorabuena, y ojalá el éxito de ventas te acompañe, pues el otro, el literario y el apoyo de los que te rodean, ya lo tienes, y no es casual. Creo que eres una persona especial, con una enorme personalidad llena de energía, combinada con ese aire de humildad y sencillez que la refuerzan.

Pero el mercado es, claro,  un elemento caprichoso que nadie sabe del todo cómo funciona. Cuando veo nuestras humildes novelas aún expuestas en la estanterías solo pienso en que les den la oportunidad de ser leídas y comparadas con los 4 o 5 monstruos con los que conviven. Me dicen que no es usual que hayan salido tantas novelas con potencial de best sellers al mismo tiempo (Ruiz Zafón, Pérez Reverte, etc) y que, ya que la gente compra UN libro, eso nos perjudica enormemente…). Bueno, ya veremos. Hay que ponerse la coraza y seguir escribiendo, y luego esperar que alguien quiera publicarnos…

Si en el proceso tenemos la satisfacción de reunir a nuestros amigos y de reforzar lazos de solidaridad con el nuestro, el ejercicio habrá merecido la pena.

Un enorme abrazo, con mis felicidades y ánimos para seguir en la brecha, Pilar

Pilar Tena, periodista y escritora.


Un apunte sobre el Fuego del flamboyán
Viruca Yebra nació en Sarria, localidad de la provincia de Lugo, junto al río del mismo nombre, y vivió allí su infancia y su juventud, y se fue a Madrid, y estudió Periodismo, y aprendió que en una novela cabe todo, que es posible referirse a una ciudad y dar noticias de su historia y de las gentes que la habitan parapetándola tras un nombre ficticio.
Corrientemente, la ciudad donde se ha nacido, para situar en ella la acción de una obra, y hacerlo con conocimiento de causa. Sabe que Vetusta es Oviedo para Clarín, que Favila es Avilés para Armando Palacio Valdés, que Arataca es Macondo para García Márquez, y que Mágina es Úbeda para Antonio Muñoz Molina. Y que Leopoldo Alas, “Clarín”, Armando Palacio Valdés, Gabriel García Márquez o Antonio Muñoz Molina han mitificado sus ciudades de origen, la tierra que los vio nacer o donde se criaron, y las han elevado a categoría de ciudad literaria, como puede ser Dublín, o Barcelona, o París, incluso nuestra querida Málaga. Porque Oviedo no era una gran ciudad cuando Leopoldo Alas escribió La Regenta, y tanto Avilés (Favila) como Arataca (Macondo) o Úbeda (Mágina) son en el fondo pequeñas localidades de provincia, y ya tienen un lugar propio en el imaginario de millones de lectores de todo el mundo.
Ahora Viruca Yebra convierte Sarria en Oribio, y con ello Oribio desde este momento, y desde las páginas de su novela, encuentra un lugar propio en el imaginario de todos los lectores de El fuego del flamboyán.
¿Y qué es El fuego del flamboyán? Seguir leyendo

Antonio A. Gómez Yebra, Catedrático de Literatura Contemporánea de la Universidad de Málaga.


Leyendo a la autora Viruca Yebra me he sentido profundamente unida a ella, en ese su desvelo de enfrentarse con las Palabras para hacernos llegar una historia conmovedora en donde evoca magistralmente el contraste entre las vidas de una Galicia profunda y la sensual Cuba de la primera mitad del siglo XX.

Su lectura me ha hecho vivir algo que aprendí leyendo a mi admirado y querido Premio Nobel J.M COETZEE que «el acto de escribir está íntimamente unido al acto de leer» y eso es lo que consigue la autora con su libro «El fuego del Flamboyán» un vínculo entrañable con sus lectores por lo que le quedaremos eternamente AGRADECID@S.

Un beso Ana Ruiz Tagle…….te deseo de corazón mucho éxito en esta aventura literaria.

Ana María Ruiz-Tagle , abogada y ex diputada del PSOE.


Este fin de semana me he leído el libro de Viruca, me ha apasionado. Lo que empezó siendo el compromiso por una amiga me ha cautivado y ya no podía dejar de leerlo, como siempre me ha pasado con los buenos literatos, atrapada entre sus paginas… queriendo saber más y más de la historia. Un abrazo.

Inmaculada Fernandez.-






Gracias a VirucaYebra he regresado a Cuba, en un viaje a través del tiempo, para presenciar episodios previos al estallido de la revolución que llevó al poder al hijo de un gallego, Fidel Castro. He navegado con varios personajesde ida y vuelta, a través del Atlántico, para entender la migración gallega de aquellos años, en torno a la Guerra Civil. El Fuego del flamboyán penetra en la Galicia profunda para revelar sueños y temores de sus hijos, austeros y trabajadores, que se hicieron a la mar en busca de un futuro prometedor. Entramos en la intimidad de los hogares y de los corazones de los gallegos y sus descendientes en América.

Como buena periodista, la autora conoce bien el entorno internacional que afectó a los españoles de a pie, en la época de sus abuelos. Ninguna generación vivió cambios tan acelerados, que Viruca va entreverando, con singular maestría, en cada etapa de la novela. Contrasta la historia de dos mundos separados por el Atlántico, que no sólo comparten una lengua sino también una identidad. El lector goza y sufre sus amores y sus desventuras, sus pérdidas y sus fortunas. También comprueba que el valor que nos une a los hispanoamericanos es, sobretodo, el amor a la familia y el deseo de darles una vida mejor. Esa búsqueda de superación personal y familiar que caracterizó a la emigración y al exilio españoles, durante el siglo XX, dejó su sello en América. Fue una contribución enorme en lo económico y en lo cultural.

La novela tiene páginas enteras que solamente pudo haber escrito una mujer. Admiro su claridad, a veces muy explícita en el terreno de la sensualidad, que describe los sentimientos de los protagonistas. Viruca profundiza en sus motivaciones, que muchas veces ni los propios personajes entienden, pero que nos hablan de su compleja naturaleza. Las dos heroínas, Elisa y Nélida, la primera más española, la segunda más americana, más mestiza, dan ejemplo de los dilemas que enfrentaron mujeres de su tiempo. Muchos de los obstáculos y prejuicios que ellas vivieron han sido superados en nuestra generación. Pero sus vidas y forma de amar reflejan nuestro temperamento hispano. Elisa y Nélida, una nacida en Galicia, la otra en Cuba, se entienden a las mil maravillas pero son distintas de MadameBovary o de Anna Karenina o de la inolvidable Emma de Jane Austen.

Algunos expertos consideran que las lenguas ibéricas se distinguen por el uso particular de los verbos ser y estar. En El fuego del flamboyán tanto mujeres como hombres tienen un compromiso con el deber ser que se enreda con la compleja realidad donde están. En ese tejido de ambivalencias se van entrelazando sus vidas en un extraordinario relato que denota, por parte de la autora, un excelente manejo de nuestro idioma común.

Roberta Lajous Vargas, Embajadora de México en España y, antes, en Cuba.


Querida Viruca:
Mucho te diria… pero te resumo porque no quiero dejar pasar un día más sin decirte los ratos tan estupendos que he pasado leyendo tu libro. Apasionantes historias que de tal forma «enganchan» que no puedes parar de leer. Sensacionalmente escrito, brillante narrativa y, cien por cien, de acuerdo con el comentario de Roberta de tu descripción de Cuba, de La Habana de aquellos años, te transporta a aquélla época!!! Enhorabuena y con mi admiración y cariño te envío un abrazo fuerte fuerte,

Mari Luz Barreiros.


He terminado de leer este libro y me ha resultado ameno y muy fácil de leer, pues la prosa de su autora es ágil, con párrafos cortos y bien medidos.

Se hace una muy buena descripción de la sociedad gallega anterior a la Guerra Civil, de las penalidades durante ésta con la muerte de unos y el exilio de otros, donde prosigue la novela en Cuba, entonces en la cúspide de su época dorada. Después, el comunismo cambia la vida de los que se fueron a vivir allí, con la consecuencia del retorno de algunos y el paso de otros a Miami.

Repito, una novela que engancha y cuando se deja de leer, se está deseando retornar a su lectura.

Francisco García Ruiz 


Querida Viruca, leí El fuego del flamboyán y tal como hablamos, te comento mis impresiones. Lo primero de todo es decirte que me ha gustado mucho. Está escrito en un estilo ágil, claro, bastante de crónica periodística, dirigiéndonos a los hechos concretos. Creo que una de las virtudes de esta larga novela es que refleja muy bien ese periodo de tiempo en el que transcurre, y esos dos mundos que intenta retratar, la Galicia rural y la Cuba anterior a la Revolución. Respecto al ámbito rural que describes, pienso que está muy logrado, ya que he vivido de niña en un entorno parecido, aunque en otra parte de España, y puedo reconocerme en ese mundo y en las tareas y costumbres que describes de forma muy acertada. Del ambiente cubano no puedo opinar, porque lo desconozco, pero sí creo que está perfectamente lograda  la dualidad de los personajes que han emigrado, dejando atrás una vida y una familia, que tratan de compaginar con la que se han forjado en su nueva patria.

El mundo de los personajes es bastante complejo. Son muchos, muy variados, y cada uno con su historia a cuestas, interactuando con los demás. Reconozco que al principio me costó un poco entrar en las distintas aventuras, pero una vez dentro avanzas con el interés y la curiosidad por saber cómo se resuelve cada caso. Creo que has conseguido muy bien situarlos en el contexto histórico en el que transcurre la novela, trazando las coordenadas reales de cada momento de la narración como crónica de los hechos, en los que se enmarca la ficción.

En definitiva, he aprendido bastante sobre esa  época, me ha entretenido la lectura, y he disfrutado compartiendo las vidas y situaciones que nos brindas. Espero repetir a la siguiente.

Un fuerte abrazo

Beatriz Navarro


Gracias a Viruca Yebra por habernos proporcionado momentos an entretenidos con su maravillosa novela “El Fuego del Flamboyán”. Esta historia de Indianos, desarrollada entre Galicia y Cuba nos hace sentir el dolor terrible de la emigración, de la guerra, de la separación. La novela está llena de personajes reales, tan bien descritos que nos llegan a ser muy cercanos. La historia está contada con tanta realidad y sensibilidad que sufres y disfrutas con sus avatares; te conmueve y te hace sonreír continuamente y hay momentos de grandes sobresaltos que te dejan con un nudo en la garganta. Es una gran historia de amor y desamor que abarca varias generaciones y cubre varios países y culturas, con gran documentación política e histórica sobre momentos tan apasionantes como la guerra civil Española y el comienzo de la revolución Cubana.

Gracias Viruca, hemos disfrutado mucho leyendo esta preciosa y muy entretenida novela

Javier y Mauricio